Por Patricio Ordóñez

Muy humildemente, creo que los procesos culturales nacen y se desarrollan desde la raíz de las sociedades, desde su gente, sus pueblos, costumbres y folclore.

El segundo intercambio artístico cultural entre la Escuela Chakaymanta de Mendoza y Semillas del Orolonco de Putaendo, fue, para ambos directores, un fiel e intenso reflejo de ello.

Parte de la idea inicial no se pudo concretar en cuanto a la presentación artística en el teatro del Parque Cultural de Valparaíso. Debido al mal tiempo, la delegación mendocina no pudo cruzar la frontera, no obstante, sólo las Semillas putaendinas realizaron lo planificado en ese bello escenario el día 17 de abril, acompañadas de sus admiradores número uno: sus padres y familiares.

Todo el despliegue técnico del recinto estuvo al servicio de nuestros artistas que se fueron adecuando a un escenario, sonido e iluminación sencillamente magníficos. La lluvia no importó, el diluvio sobre Valparaíso fue un detalle, porque para hacer arte y cultura se necesitan las ganas y estás bailarinas y sus esforzadas familias vaya que las tienen.

Volvimos a nuestro pueblo y el jueves 21 de abril por fin lograron cruzar nuestro símiles argentinos, fueron recibidos en la casa del director de Semillas, con una logística y una cooperación de quienes integran esta agrupación dignos de destacar, admirar y repetir, la mamás prepararon las comidas (sabrosas por lo demás), no falto el pan amasado con chicharrones, contribuyeron con alimentos, dinero, frazadas, de un cuanto hay para hacer grata la estadía de la delegación trasandina; en la cual junto a su director, el profesor Sergio Magallanes, viajaron niños y jóvenes que quedaron encantados con nuestro valle y sobre todo con la calidez con que fueron atendidos y recibidos.

Ensayo en común el día viernes 22, cerca de 44 bailarines en nuestro salón, todo un orgullo y un privilegio.

Pero el clima nos tenía deparada otra sorpresa, el paso Los Libertadores se cerró y el regreso de Chakaymanta se pospuso hasta el día lunes 25, pero ese retraso propició el seguir conversando, bailando al son del bombo leguero, aprendiendo y estrechando lazos. Nos dio tiempo además para visitar algunos íconos históricos y culturales del valle, el Cristo de Rinconada, el puente de cimbra, la catedral, murales y algunos petroglifos.

Cuando dos culturas se relacionan nacen nuevas propuestas y este intercambio ha dado luz a eso, ya el elenco de Semillas del Orolonco está invitado para el cierre de año de sus amigos, así que a seguir trabajando, estrechando vínculos y reafirmando la idea de que el arte enriquece, enseña y contribuye de muchas y variadas formas al desarrollo de los pueblos.

Gracias padres y apoderados, gracias a nuestros jóvenes artistas y gracias Chakaymanta por vuestra visita y nos volveremos a ver muy pronto.